EUPHAUSIA SUPERBA
INFORMACIÓN Y CARACTERÍSTICAS
La Antártida es un continente muy frío y habitado sólo por las especies que están adaptadas o tienen la capacidad de adaptarse a las bajas temperaturas y a la escasa variedad de alimentos disponibles en tierra. Una de esas especies es el krill antártico, sumamente abundante en las aguas oceánicas del continente y cuyo rol en la cadena alimentaria es más que sólo importante: es fundamental para la supervivencia de cientos de especies más que habitan la Antártida.
El krill, también llamado camarón antártico, pertenece al orden Euphausiacea y a la familia Euphausiidae.
DESCRIPCIÓN DEL KRILL ANTÁRTICO
Es un diminuto crustáceo eufásido que tiene apariencia de camarón. Posee un exoesqueleto calcificado duro, conocido también como caparazón, dividido en dos partes: el cefalotórax, que une la cabeza y el tórax; y el abdomen. Cada parte está dividida en segmentos individuales. Tiene 6 pares de apéndices en el tórax que hacia el final del cuerpo se funden y forman la cola. La cabeza está “coronada” por un par de antenas.
Cerca de la boca y los genitales se sitúan unos órganos luminosos llamados fotóforos que despiden una luz azul. No se sabe con certeza para qué sirven al krill dichos órganos luminosos, pero los investigadores sugieren que son útiles para compensar o “rellenar” la sombra del krill a fin de que no sea visible para sus depredadores desde abajo. Otra teoría sustenta que tienen funciones reproductivas y una más sencilla sostiene que sirven para observar mejor en la noche.
El color del cuerpo es rosa pálido y levemente opaco. Mide alrededor de 6 centímetros y pesa unos 2 gramos. Las hembras del krill antártico son un poco más grandes que los machos pero sus antenas son más cortas que las de ellos. Un dato interesante del krill: es capaz de crecer mudando de caparazón y de encoger si no se alimenta.
DISTRIBUCIÓN Y HÁBITAT DEL KRILL ANTÁRTICO
Se encuentra en las aguas del océano Antártico y el sur del océano Índico, en las regiones circundantes a la Península Antártica. Se distribuye desde la zona de descanso de la Plataforma Continental Antártica hasta la zona del Frente Polar Antártico. El límite de distribución al norte se llama convergencia antártica.
El hábitat del krill varía de acuerdo con su edad. Los ejemplares jóvenes suelen vivir en la superficie de las aguas cercanas a las costas y en el agua que se encuentra bajo el hielo. Por su parte, el krill adulto habita aguas más profundas, en especial durante el invierno.
COMPORTAMIENTO DEL KRILL ANTÁRTICO
El krill es una especie social y gregaria. Conforme crece se une a otros más y se forman grandes bancos que se agrupan en cada metro cúbico del agua; los bancos pueden extenderse varios kilómetros, con una longitud superior a los 100 metros. El hecho de que el krill se agrupe evita que pueda ser encontrado solo por los depredadores, y así sus capacidades de supervivencia aumentan.
Los bancos a menudo permanecen en las profundidades oceánicas durante el día y se dirigen a la superficie sólo en la noche, conducta que los depredadores aprovechan para encontrar su cena en el krill.
ALIMENTACIÓN DEL KRILL ANTÁRTICO
Su dieta es principalmente herbívora y planctívora. Se alimenta de fitoplancton en verano y en invierno consume las algas que se encuentran bajo la superficie del hielo. Ocasionalmente consume también zooplancton.
Para ingerir su alimento está provisto de una especie de cesta hermética en el tórax. El agua se filtra al entrar y el plancton queda atrapado en la cesta.
REPRODUCCIÓN DEL KRILL ANTÁRTICO
El krill antártico vive entre 6 y 7 años y la madurez sexual es alcanzada entre los 2 y los 3 años de edad. El apareamiento consiste en un abrazo muy estrecho para que los espermatóforos se transfieran al órgano sexual de la hembra.
La hembra desova en aguas profundas entre los meses de diciembre y marzo y los huevos comienzan su desarrollo ahí mismo. 10 días después los huevos eclosionan y las crías salen en estado larvario. El número de huevos en cada desove está entre 500 y 8000 huevos.
Después de la eclosión las larvas del krill forman parte del zooplancton y sufren varias transformaciones antes de convertirse en adultos, 1 año después aproximadamente.